El Presidente Santos, con los jóvenes colombianos que participarán en las competencias de WorldSkills en Alemania |
Felicitaciones a los encargados del protocolo porque, por fin, hacen lo correcto para que el Presidente quede bien: entrega la bandera de Colombia, sin escudo alguno, no la de guerra, como se acostumbraba. Esperemos que continúen así de juiciosos con el respeto a la bandera y a los que la reciben.
Lanzamiento de libros del Presidente Belisario Betancur, en la Casa de Nariño |
De nuevo, la bandera de guerra, en esta ocasión con la “Tropa” “Casa de Nariño”, pese a la promesa de la Casa Militar, según carta que me envió, de que esas banderas se guardarían y nunca más las usarían. De usar la de guerra, completa, con el escudo, la corbata y la punta de lanza, mejor sería no poner nada. Es cuestión de connotación.
Photocall “Gobierno Nacional Prosperidad para todos”. ¿De dónde? ¿de qué país? ¿No será mejor comunicar para el mundo entero y no pensar en provincia o en “Se supone que es Colombia”.
¿Qué pasó con el famoso logosímbolo o marca que había creado el departamento de publicidad de la Alta Consejería para las Comunicaciones? ¿No va más?
De nuevo fijo esta fotografía en la que se ve el photocall, pero diferente: con la frase “Libertad y Orden”, debajo del escudo de Colombia y el nombre del ministerio de Hacienda y Crédito Público, y bien debajo, en letra de menor puntaje: “República de Colombia”.
Ah! y bandera de guerra con la “Tropa”: “Colombia”.
Me disculparán, pero con un poco de sentido común y conocimiento de las normas relativas a los símbolos patrios de Colombia, bien podría hacerse lo correcto para proyectar una imagen única y respetuosa.
Cuando no hay protocolo hay desorden, caos. La imagen que proyecta la Presidencia, sus ministerios y sus diferentes direcciones con la famosa “marca”, y tantas formas, colores y posición del escudo, es semejante a un salpicón. Empezando porque nii siquiera se respeta el escudo llamándolo como tal.