Insisto en que, por ultracorregir el lenguaje, se vuelven populares algunas palabras y se dejan de lado las apropiadas. Algunos inician y otros copian y copian y copian.
Esto sucede con las palabras celebración y conmemoración. Aunque la primera signifique conmemoración, es la más apropiada para incluirla en las invitaciones a reuniones o actos cuyo tema sea de alegría, de festejo, de espectáculo y, la segunda, es indicada para temas relacionados con la memoria o recuerdo que se hace de alguien o algo, especialmente si celebra con un acto o ceremonia. Por ejemplo : para conmemorar el primer año del fallecimiento de…
Dejemos, pues, de utilizar la palabra conmemorar para invitar al aniversario de un almacén o una empresa.