Artículo publicado en El Espectador y que hace referencia a la fotografía que apareció del Presidente Santos en calzoncillos.
Opinión
|4 Mayo 2013 – 11:00 pm
En calzoncillos
Por: Felipe Zuleta Lleras
Definitivamente no entiendo para qué al presidente de la
República le da por salir en calzoncillos en la primera página de El
Tiempo, como si se tratara de un modelo de Calvin Klein o de un muchacho
de 18 años tomándose fotos con sus amigos en Piscilago de Girardot.
Por supuesto que la primera pregunta que nos hacemos es quién es el
asesor de imagen del presidente como para que le permita hacer esta
ridiculez. Y recordaba la frase de Alberto Lleras cuando decía: “Nunca
le diga nada a un presidente, porque ellos no oyen”. Si al primer
mandatario le da la gana salir en calzoncillos en un periódico, nadie se
atreve a decirle que va a ser muy criticado, como efectivamente lo fue
Santos.
Es tal el desespero por la baja de popularidad que Santos
pasa en la misma semana de anunciar el alargamiento del período
presidencial a dormir en una casa de interés social y salir en
calzoncillos. La campaña presidencial no se puede hacer en paños
menores, como dicen las damas bogotanas, pues eso, aparte de no traer
votos, daña la figura presidencial, como lo hacía el hecho de ver al
expresidente Uribe montado en su caballo sin derramar una gota de la
taza de tinto, al mejor estilo de Rodríguez Gacha.
La dignidad del
cargo impone unas mínimas normas de comportamiento, que, por supuesto,
nada tienen que ver con salir en bóxers. Y más grave aún es que Santos
sale con una foto del diario El Pilón de Valledupar en la mano,
agarrándolo como con asco.
La verdad, cuando un país como el
nuestro tiene tantos y tan jodidos problemas por resolver, bien valdría
la pena que el presidente se ocupara en menos cosas ligeras y dedicara
sus esfuerzos a esos temas. Y aun cuando, hay que reconocerlo,
ciudadanos como Bruce Mac Master, el director del Departamento para la
Prosperidad Social, ha hecho una revolución silenciosa con sus
programas, de la cual poco se conoce, el presidente modela sus
calzoncillos azules y su camiseta desguarambilada, como si el país fuera
el festival vallenato.
A mí me cuesta mucho trabajo entender esta
clase de conductas populistas que, a la postre, no creo que sirvan
absolutamente para nada. Pero en cambio me pregunto por qué el Gobierno
sigue apoyando a Maduro, o en qué va la reforma a la salud, temas estos
que más bien deberían atraer la atención del presidente. O es que acaso
Maduro les parece un demócrata o Santos no se ha enterado de que los
pacientes, entre ellos menores, se mueren a diario en los macabros
paseos de la muerte.
Como si fuera poco el presidente, de la nada,
arremetió en contra de los hijos de Uribe por supuestamente tener
negocios con el Estado, exponiéndose a que el expresidente le preguntara
por sus vínculos con el señor Jaramillo, proveedor del Ministerio de
Defensa cuando Santos era ministro. El presidente debería recordar que
ni salir en calzoncillos, ni soltar juicios de valor sirven para nada.
Notícula.
Y se posesionó el magistrado Rojas. Qué vergüenza para la justicia.
@FZuletalleras