He tenido la oportunidad de escuchar varios comentarios, tanto en Cali como en otras ciudades, acerca del comportamiento y gustos de uno de los ministros colombianos.
El Ministro en cuestión dice palabrotas, es de muy mal genio, y poco delicado en el trato para con algunas personas. Como si fuera poco, su avanzada pide un paquete de cigarrillos que se le alista con cenicero y todo en la mesa principal. (Seguro que el valor del vicio se tendrá que facturar por otro concepto, cuando no a cargo del organizador).
Antes de comenzar uno de los actos, un alcalde vio los cigarrillos puestos en la mesa y los botó al tarro de la basura y si el Ministro preguntaba, que se entendiera con él. Desde luego su avanzada se los alistó. Otra de las veces, encedió un puro en medio de un almuerzo, mientras los demás asistentes comían.
A lo anterior se le agrega que a veces llega a los actos y dice que no pongan ningún himno, cuando en Colombia es obligatorio que suene el Nacional en actos públicos.
Si ese comportamiento es de Ministro, cómo será de Presidente.