Está de moda en las comunidades como Facebook, la publicación de fotografías que, como es natural en los albumes, se escriben los nombres de cada uno de los que aparecen en ellas.
Esto significa que uno puede aparecer en cualquier comunidad en alguna fotografía que le haya sido tomada y, claro, bonito, feo, mal arreglado o, simplemente, fotos que pertenecen a un acto social íntimo.
Es el caso de las bodas. Algunos invitados toman fotografías y las publican en su cuenta, lo que me parece irrespetuoso para con los anfitriones. Que los invitados publiquen las fotos de su grupo de mesa, vaya y venga, pero de los novios, no. Ellos decidirán cuándo y por qué medio publicarlas.
Igual sucede con las reuniones o fiestas de empresa. Sé del caso de una persona que publicó una foto de un acto social en la que etiquetó a su jefe, de un alto cargo de gobierno y, por supuesto, al señor no le gustó nada, de tal manera que le llamó la atención a su subalterna.
La recomendación: ponerle sentido común a la hora de la publicación de fotos para no violar intimidades u ofender a alguien.