Después de resultar electo Juan Manuel Santos como Presidente de Colombia para el próximo período, anoche se dirigió a los colombianos desde el Coliseo Cubierto El Campín.
Observé con detenimiento la escenificación y la ubicación de los actores como el Presidente y Vicepresidente electos y sus familias.
Debo decir que los organizadores del acto tuvieron en cuenta los detalles que son, a la hora de la verdad, los que enriquecen o empobrecen un acto.
1. El escenario en su totalidad fue estético.
2. Tarima roja con espacio preciso para el nuevo Presidente y el atril.
3. Atril moderno, cuyo marca era simplemente: “Gracias Colombia”.
4. La familia del Presidente a un lado (yo la hubiera puesto al otro lado)
5. La familia del Vicepresidente al lado contrario.
6. Todos vestidos de blanco con la marca del partido de la U en su espalda, con
excepción de la señora de Santos que tenía un botón brillante sobre su pecho con
la U.
7. Con los acordes del Himno Nacional, todos lo oyeron como debe ser, como dice la
norma, con los brazos sueltos, no como nos acostumbró el Presidente Uribe, con
la mano derecha en el pecho, cual ciudadano norteamericano.
En este aspecto sentí gran alegría porque el nuevo Presidente empezó bien con el
Protocolo.