Hay procederes que se adquieren sin fundamento alguno. Solo se copia y se copia, pero no se razona su esencia.
Es el caso de unas calcomonías que se pegan en la parte de atrás de los carros, con lo que parece ser la imagen de la “Virgen” y de “Jesús”.
Supongo que a una persona se le ocurrió la “milagrosa” idea para la “protección de los vehículos” y me atrevería a pensar que un 60% de los carros las lleva. Y, claro, como el primero la pegó en la parte de atrás del vehículo, entonces tiene que ser ahí mismo para que obre el “milagro”.
No es sino mirar bien la imagen para ver la concepción que el diseñador tiene de lo que supuestamente es la “Virgen”: una cara, un óvalo que debe ser la aureola y envuelta en lo que creo, es un rosario.
Recuerdo que una vez se publicó en el diario El Tiempo, la historia de un señor que estaba en la ruina y se le ocurrió la idea de imprimir unas tarjetas del tamaño de una de crédito, con las imágenes de todos los santos para lo cual hizo un contrato con la cadena Carulla de tal manera que se instalaran módulos con las tarjetas a la vista de todos los clientes.