Me comentaba una amiga que estuvo en la boda de un familiar y que en plena ceremonia el hijito de tres años de una sobrina, se recorrió la iglesia y el altar, unas 80 veces, sin que la mamá le dijera nada.
Creo que, desde esa edad, ya debemos educar a los niños hacia el buen comportamiento donde quiera que se esté. Esa libertad tan mal entendida, ocasiona futuros ciudadanos mal educados.
Sobre este tema de los niños, también recuerdo cierta vez en que se le brindó un homenaje a un señor con la invitación a una cena en la que estuvo con su esposa e hijita de 7 años. Eramos unos 50 invitados.
¿A quién le tocó la niña como vecina de mesa? Pues a mi. Por supuesto, tuve que llenarme de paciencia para oirle todos los cuentos de su colegio y perderme la conversación de los vecinos más próximos a mi mesa. Claro, la mamá no se inmutó, pues ahí estaba yo para entretenerla, como era la hija del homenajeado…
Y ¿qué decir de los niños que intervienen con sus opiniones en las conversaciones de los mayores? Recuerdo también cierta vez en que tres amigas contábamos con la presencia de la hijita de una de ellas, de unos 5 años, tan pero tan lista, que teníamos que cambiar los nombres de los personajes para que no nos metiera en un lío. Aquí también creo que la mamá no debe celebrarle las intervenciones sino que debe buscarle alguna muñeca para que se entretenga en otro lado.
Ah! y los niños que contestan el teléfono en las casas. ¡Tan hermosos! Son un sol de primavera. No entienden, no responden bien, no pasan al que uno necesita…
Pero el tormento que no se me podía quedar por fuera es el de mi amada Librería Nacional, donde voy cada semana a tomar café y a ver qué novedades hay. A una determinada hora, no falla la llegada de señoras con sus adorables hijos que no hablan sino que gritan, juegan, brincan, saltan, comen, vuelven, se deslizan, cantan, vuelven, lloran… ufff! por eso alguna vez le pregunté a un mesero que cuándo iban a poner los columpios.
Por supuesto, las mamás no se dan por enteradas de que sus hijos están en el lugar equivocado. O ¿será que la Libreria Nacional del oeste, está perdiendo un magnífico mercado de una especial para niños?
3 comentarios. Dejar nuevo
La educación de los niños corresponde por igual a padres y a madres. Sin embargo Usted, en su escrito, tan sólo se refiere a las mamás. Luego hablamos de sociedad machista.
Saludos.
y los padres?
Eso mismo pregunto yo.