Amplia experiencia y reconocimiento en el medio, en los temas de protocolo y ceremonial en los eventos oficiales y corporativos
De verdad que sí vale la pena ser un poquito protocolarios y pedir en la tarjeta de invitación que los invitados vayan con traje oscuro. Es solo una vez cada cuatro años, de modo que se justifica el sacrificio. La prueba salta a la vista, pese al calor de Cali.