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Foto de El Pais Aymer Alvarez |
La fotografia
corresponde al momento en que las personalidades locales y nacionales presencian en la tarima principal el desfile militar del 3 de julio.
El
Ministro de Defensa, con funciones delegatarias, es el que preside, y el Gobernador de
Valle y el Alcalde de Cali se encuentran cuatro puestos después del Ministro y después de comandantes de las Fuerzas Militares.
Como este acto militar se
llevó a cabo en la ciudad, por consiguiente el Gobernador y el Alcalde
serían los anfitriones, que estarían situados a la derecha y a la
izquierda del Ministro delegatario, respectivamente. Los “dueños” de la ciudad y de la región son el Alcalde y el Gobernador.
Si el
acto militar fuese en la sede de la Tercera Brigada, por ejemplo, presidiría el Comadante o “dueño” de casa, y el Gobernador y el
Alcalde tendrían el rol de invitados; de tal manera que estarían a la derecha y a la izquierda del anfitrión, si no hubiese otra autoridad de mayor rango.
Para aplicar la precedencia general protocolaria del Decreto 770 de la Presidencia, es necesario tener en cuenta el momento y el lugar.
Tampoco hay que sentirse mal por este comentario. Igual me pasó hace diez años, como funcionaria de la Alcaldía: más de media hora defendiendo este argumento con los encargados de la organización de un desfile militar por parte de la Brigada del Ejército. El mensaje que se debía proyectar era que el alcalde presidía porque los demás eran invitados a ver en su ciudad el desfile militar, dirigido por el Comandante de la Tercera Brigada (me parece que era el General Pedraza).
En cambio, sí tenía claro este concepto un militar de la Presidencia encargado de organizar a las distintas autoridades que estarían en las honras fúnebres de Monseñor Isaías Duarte Cancino en la Plaza de Caycedo. Aunque había personalidades de más alto nivel que el Alcalde y el Gobernador, era claro para él que eran los anfitriones, por eso los acomodó junto al Presidente.
Es tan obvio.