Foto tomada de Inernet
En días pasados, entré a una capilla que estaban decorando para una boda el día siguiente. Al ver que, encima de los reclinatorios, había sendos ramos de flores, me acerqué al decorador y le pregunté (haciéndome la inocente) el porqué de las flores en ese lugar y dónde pondrían los novios las manos al arrodillarse.
Me contestó: “así se está usando”.
Todavía me pregunto: ¿dónde pondrían las manos los novios si las flores les estorbaban?
Por eso insisto tanto en que se piense muy bien cada cosa que se haga en protocolo para evitar los consabidos: “así lo he hecho toda la vida”, “así lo vi en tal parte”.