Artículo de hoy en El Tiempo escrito por el padre Alfonso Llano Escobar S.J.
La sonrisa es el primer regalo que le hace
el niño a la madre. El poeta latino Virgilio, contemporáneo de Jesús,
cantó bellamente la primera sonrisa del infante. Permítame citarlo
primero en latín, su insuperable lengua materna, luego en español:
“Incipe, parve puer, risu cognoscere matrem”. “Empieza, oh pequeñín, a
reconocer a tu madre con tu primera sonrisa.” Con ella, le paga
sobradamente, el bebé a la madre, los nueve meses de hospedaje en su
seno creador.
Los padres de familia debieran enseñarles a
sus hijos adolescentes a sonreír: sería en ellos una señal de paz, de
dominio de su cuerpo efervescente e indómito. Cuando un muchacho sonríe
es clara señal de que en su espíritu está presente Dios. Adolescente que
sonríe no estará dando albergue en su espíritu a la tristeza, ni
cruzarán por su mente imágenes sucias, ni por su corazón, intentos de
suicidio. Adolescente que sonríe es señal de que goza de salud corporal y
mental.
La sonrisa es la espuma de la vida. Un
capucino vale por la espuma. La sonrisa es un beso a la vida, luce más
que la flor en el jardín. La sonrisa es signo de inocencia, señal de
alma sana, de dulzura de corazón, de alegría de vivir.
No existe ser humano más desagradable que
un sujeto gruñón, apático y regañón, ignorante de la sonrisa, hombre de
pocos amigos; los espanta con la mirada, con un gesto severo; respira
por todos los poros mal humor. Salió equivocado. Quedó mal hecho. El que
no sabe sonreír no sabe de la alegría de la vida, no conoce la dulzura
de los besos tiernos y castos de la madre.
Sonreír no cuesta nada.
Pásmese: no tiene IVA. ¡Oh prodigio! Y que no se enteren los señores de
la Dian porque mañana le estarán pasando cuenta de cobro con valor
retroactivo! ¡Qué miedo!
Sonreír -no dar risotadas ni carcajadas,
señal de ordinariez-, sino sonreír, con la discreción de La Gioconda, es
propio de gente selecta, de excelente calidad.
Quien sonríe a solas le está dando gracias a
Dios por la vida. La sonrisa es un saludo al nuevo día, una dulce
despedida a la hora del adiós.
Todos abrigamos cierto temor ante el
desconocido. Pero, cuando este nos sonríe, se disipan los temores y
conquista nuestra confianza y seguridad. Es una clara señal de diálogo,
de buena vecindad. Es muy grato acogerlo para pasar un buen rato con él.
Jesús les sonrió a los niños y por eso le
tuvieron confianza y se dejaron abrazar y besar por él. Aquellas
caricias les supieron a cielo. Les sonreía y los besaba Dios. La
presencia de Jesús en la mesa de los pecadores era toda una sonrisa que
los reconciliaba con la rectitud y el amor. Con Jesús aprendieron a amar
y a sonreír, actos que hace pocas veces el pecador.
¡Cuánta falta le hace una sonrisa al hombre
de hoy, estresado por tanto ruido, tanto aparato, tanta carencia de
humanismo y de valores éticos!
Si abundaran las sonrisas en el bazar de la
vida habría menos riñas, menos asesinatos, menos suicidios. Todo mundo
estaría reconciliado con la vida. La sonrisa es el respiro que alivia el
peso del trabajo, la sonrisa es la antesala del amor. Si hubiera más
sonrisas, la vida sería más bella, más llevadera. No habría guerrilla ni
sobornos; no habría maldad ni corrupción.
Ensaye: salude con una sonrisa el nuevo
día; despídase del trabajo con una sonrisa de buena voluntad. Aprenda
siempre a saludar y a decir adiós con sendas sonrisas, que dejan
aromatizado el ambiente y refrescado el semblante. A la hora del sueño,
despídase de los niños con un beso en la frente y con una sonrisa en el
corazón. Y no olvide: sonreír no cuesta nada. No tiene IVA. Oh,
felicidad.
ALFONSO LLANO ESCOBAR, S. J.cenalbe@javeriana.edu.co
1 Comentario. Dejar nuevo
La diferencia fundamental del lenguaje entre el hombre y los animales es el ldon del lenguaje y es donde el uso de este es efectivo, si conocemos las mas minimas normas de etiqueta, nuestro dialogo o comunicacion expresara nuestra instruccion o cultura, !! Rafael Pombo !! gracias, y que Dios te tenga en la Gloria.