La mesa de un altar se viste con mantel blanco.
Tomado de Wikipedia
“Un altar o ara es un montículo, piedra o construcción consagrado al culto o a la devoción. El Altar (del latín, altar, de altum) era, en la Antigüedad, bien un lugar elevado (en su origen simples montículos de tierra o piedras), o una tabla colocada sobre unas gradas, en el que se depositaban algunas ofrendas y/o se celebraban los sacrificios (cruentos o no), a la divinidad.
Altar de la Catedral de Lund (Suecia)Durante siglos el altar fue el elemento más importante de la casa, ante el cual, la familia, efectuaba sus devociones y, progresivamente, se fueron instalando en los lugares dedicados al culto y centralizándose.
En principio estaba constituido por una especie de mueble de madera, más o menos trabajada, que se podía desplazar para los oficios (los primeros lugares de culto no eran, necesariamente, lugares específicos dedicados al mismo).
Fue a partir del siglo IV cuando los altares empezaron a colocarse en el ábside, más tarde, hacia el siglo XII, el altar permanecía inamovible utilizándose, para su confección, la piedra o materiales nobles como el mármol. Generalmente, el altar, cubría un sepulcro sellado que contenía las reliquias de los mártires.
Los altares tenían que tener siempre, en el lugar en el que se guardaban la hostia o el cáliz, una piedra de consagración (ara). Los Altares Mayores están decorados, generalmente, con retablos más o menos elaborados, y que adquirieron su mayor relevancia durante la época gótica.
En los primeros siglos el altar estaba en el centro del presbiterio y el oficiante estaba de cara a los fieles; servía (sirve) para disponer, sobre él, los objetos rituales y de culto y para dar mayor relevancia al oficiante (normalmente un sacerdote) de manera que quedara separado del resto de los asistentes al oficio y subrayar su contacto más directo con la divinidad.
En la religión cristiana, por ejemplo, se compone normalmente de una mesa donde el sacerdote ora y de una serie de elementos simbólicos como una cruz latina (con o sin la figura de Jesucristo), o una vela representando el principio y el fin con las letras alfa y omega. Un altar se puede dedicar a un dios, un santo o personaje relevante de una creencia o a una persona.
La Iglesia Católica los adoptó desde su origen para la celebración de la misa pero hasta el siglo III debió servirse de mesas comunes de madera (aunque no exclusivamente), según afirman los historiadores y se infiere de las dos que se dicen fueron utilizadas por San Pedro en Roma. Llegado dicho siglo, si no antes y sin abandonar del todo los usos originales, se constituyó el altar con el sepulcro de algún mártir colocando encima de él una gran lápida a modo de mesa”.
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esta padrisima, pero deberian hacer uno mas completo grax por todo xoxo XD