Los cinco sentidos que tenemos los humanos son: gusto, vista, tacto, olfato y oído. Hay otro al que llaman Sexto Sentido, algo desconocido para la ciencia, pero que existe, existe, en especial, en nosotras las mujeres. Se trata de una percepción extrasensorial.

Durante los últimos años, trato de enlazar hechos con mi percepción para darme cuenta qué tan acertado es este sentido en mi. La mayoría de las veces me sorprende cómo me llega información mental que luego compruebo como verdadera. Otras veces sé que algo es cierto, pero es difícil comprobar para demostrar. El corazón me lo ha dicho.

Unas personas dicen que son facilidades de recibir y transmitir mensajes telepáticos y otras dicen que se trata como de una voz interior que te dice.

Una amiga, que hizo unos estudios especiales en Argentina, me decía en días pasados sobre el tema, que uno siempre debe prestar atención a la primera voz interior que oiga, pues allí está el mensaje; de lo contrario, si se le da muchas vueltas al asunto, se diluye esa información.

Son las energías que se atraen. Un ser está pensando en algo o en alguien en determinado momento y el otro recibe esa información. De allí que, cuando nos encontremos con alguien, digamos: “te venía pensando” o “necesitaba hablarte”.

Estoy sorprendida con algo que me sucedió en el día de hoy, relacionado con este tema. Algo me dijo que un escrito que me llegó con un nombre supuesto, era de una persona que conozco y, efectivamente, mi sexto sentido no me traicionó. Lo comprobé. Obviamente que, creo, el sexto sentido debe ir relacionado con la sagacidad.