La imagen de Cristina Fernández de Kirchner no corresponde a la investidura que tiene: Presidenta de Argentina.
Empecemos por el pelo: con iluminaciones muy gruesas y rojizas, con un corte cuya mecha de la frente se le viene a la cara y, para que vuelva a su sitio, debe mover la cabeza, cual chica universitaria; demasiado largo para la imagen que debe proyectar, ello ocasiona que no esté parejo, sino que dos grandes porciones le queden adelante y nada en la parte de atrás de su cabeza. Es la moda, claro está, pero de jóvenes. Desde luego, como está tan largo, debe estar pendiente de él aún en las ocasiones más formales propias de su cargo. Podría asegurar que tiene extensiones.
Las uñas demasiado largas, como de vedette, cuando ya no se estila esa forma y el maquillaje muy fuerte. Se veía mejor en una foto que está en Internet sin una gota de maquillaje.
En cuanto a la ropa, dicen en Europa que es la mandataria con más millones encima, pero para nada elegante.
Me pregunto ¿quién es su asesor de imagen?
Una cosa el gusto de la persona natural y otra la imagen que debe proyectar una persona que ostenta un cargo como el de presidente de una nación.